La empatía, según describen los expertos en el área, es la capacidad que tienen algunos seres vivos de comprender los sentimientos del otro y el por qué de ciertos comportamientos. Es lo que normalmente entendemos como la capacidad de ponernos en los zapatos de nuestro semejante. Animales como los caballos o los delfines pueden sentir empatía por sus congéneres, pero se ven limitados por su capacidad de toma de decisiones al momento de ayudar. Nosotros los humanos en cambio, tenemos esa capacidad de decidir y de actuar para ayudar.
Hoy no quiero escribir sobre la capacidad de ponerme en los zapatos del otro, sino ponerme en las patitas del otro. De aquel ser que no tiene voz, pero que siente y padece, que sufre. Que parece que el mundo los olvidó y que están pagando una culpa por algo que no hicieron.
Vamos a ponernos por un momento en las patitas de todos esos perros y gatos que vagan sin rumbo por nuestras ciudades, pasando hambre, frío, dolor, que vagan heridos y enfermos; y cuyo único objetivo es sobrevivir. Donde por ese trajinar en las calles, son maltratados, juzgados, simplemente olvidados.
Quiero que sintamos empatía por ese perrito de la cuadra que está herido, triste, que solo busca algo de alimento en cualquier lugar y que los humanos lo juzgan por ser un supuesto problema de salud. Por aquel gatito flaco, demacrado, que anda siempre con miedo porque ha sido maltratado.
Quiero que sintamos empatía, nos pongamos en sus patitas e imaginemos por un momento como es pasar los días con dolor, con hambre, sin poder comunicarse, sintiendo miedo de los que nos rodea. Pensemos en eso y sentiremos por unos segundos lo que esos seres sienten.
Ahora los invito a que no solo sintamos empatía, sino como seres humanos que somos (con capacidad para razonar y actuar), pensemos desde nuestros espacios, como ayudar a cambiar esta situación. Con acciones humanas, inteligentes, compasivas y respetuosas de los derechos de estos hermosos seres, y una de estas acciones que podemos tomar es esterilizar. Esterilizar a la mascota que tengo en casa, esterilizar al animalito de la cuadra. Y por supuesto ayudarlo a tener mejor calidad de vida, dándole una mano a cambio de una movida de cola.
Los invito a ayudar en la causa social que más les guste. A cambiar el mundo desde la bondad y la compasión. Recuerden que esterilización es amor.