Cuántas veces nos hemos preguntado: ¿Cada cuánto debo llevar a mi peludito al doctor? ¿Cómo escoger un buen veterinario que cumpla mis expectativas? Bueno, en mi experiencia gran parte de esa decisión se basa en la confianza. Cuando me mudé a Quito hace seis años no conocía a nadie quien pueda cuidar de mis perritos y tuve que empezar desde cero; averigüé sobre clínicas veterinarias que puedan velar por la salud de mis mascotas. Tras varias maneras consultando a mis amigos y colegas, visitando páginas web y más, empecé a asistir a algunas citas de las cuales médicamente nunca tuve una queja. Pero, ¿qué tan importante es que te sientas cómoda/o y tranquila/o con el personal veterinario y que a su vez veas a tu perro o gato también sienta tranquilidad? Pues, es un proceso.
Para nuestros nuevos miembros de la familia es importante brindarles todos los cuidados necesarios. Por tal razón, aquí les cuento algunos consejos que me sirvieron de mucho cuando escogí al veterinario. Como primer paso la seguridad es esencial, es decir, debemos estar seguros de que el establecimiento cumpla la normativa legal, que tenga permisos de funcionamiento y sean acreditados; actualmente aún existen centros veterinarios no homologados. Segundo, la ubicación del establecimiento no necesariamente debe ser la que más cerca esta de tu domicilio; a veces es mejor recorrer largas distancias para recibir mejores beneficios y atención de calidad. Tercero, agenda una cita para visitar las instalaciones de la clínica antes de ir con tu mascota; así podrás evaluar sus servicios y consultar todas tus inquietudes. Esto porque mientras más servicios ofrezcan puedes realizar todo en un mismo lugar, consultas, exámenes, hospitalización, emergencias y más.
Finalmente, quiero enfocarme en la confianza, ya que esta es fundamental. Cuando tengas la primera cita y lleves a tu mascota debes sentir que tanto el veterinario como tu peludito deben conectar. Desde el momento en que ingresas a la clínica, evalúa el recibimiento y la atención que el personal brinda a sus pacientes, tu perro o gato te lo demostrará fácilmente. En mi experiencia en la cual decidí que sería el doctor de cabecera fue tan enriquecedor que recordar la experiencia es confortante; porque sé que mis perritas están en buenas manos.
En lo personal me encanta que los doctores sean cariñosos con sus pacientes, siento que entienden tu preocupación cómo padre o madre de perros o gatos. Debes confiar 100% en el trabajo que hace tu doctor y más aún cuando los resultados son satisfactorios. Sin embargo, no es necesario que tu mascota se enferme, recuerda que debes hacerle chequeos periódicos como precaución y ver que todo esté marchando bien, así también tendrás asesoría profesional, en mi caso yo les llevo cada 3 meses.
Por ende, recuerda que cada experiencia es diferente; sin embargo, procura siempre seguir estos pasos que te aconsejo para que el encuentro con el médico veterinario sea placentero. También ten en mente que tanto perritos como gatitos son tu familia y debes invertir en su salud, así como también nosotros como humanos cuidamos de la nuestra. ¡La responsabilidad es primero!