En Latinoamérica parece común encontrar animales en situación de calle en la mayoría de nuestras ciudades, Ecuador y específicamente Quito, no escapa de esta realidad.
Muchos escuchamos quejas y lamentos sobre esta situación en particular. Es porque el número de animales abandonados por cada habitante de la ciudad es bastante alto. Más allá de las incomodidades que pueden causar las heces y orina en las calles; me gusta hacer la invitación a ver la situación desde otro ángulo y es desde el animal. Llenarnos de empatía para tratar de entender desde aquel lado lo que se puede sentir: soledad, frio, hambre y sed. Es cuando hago un llamado a pasar de la compasión a la acción, pues todos podemos tener un pequeño gesto que para el animal puede significar mucho más. En definitiva, quizás no vamos a cambiar el mundo, pero si el del perrito o gatito que ayudemos.
Estoy convencida de que si realizando acciones concretas poco a poco veremos el cambio que deseamos. Recientemente Fundación Revida y Spay Project realizamos una jornada de esterilización masiva al Sur de Quito y la experiencia fue encantadora. Me gustó mucho ver el compromiso de sus habitantes y la disposición a esterilizar masivamente por el bien de la comunidad. Son este tipo de iniciativas las que hacen que crea con mayor fuerza que un cambio es posible, que algún día no haya más animales en situación de calle es factible.
El objetivo de Fundación Revida también es mi sueño: ¡Un Ecuador sin animales callejeros! Al día de hoy sigo convencida de que es posible y lo lograremos a través de este tipo de actividades. Seguiremos haciendo jornadas de esterilizaciones masivas, seguiremos educando a la población para que tenga mayores conocimientos, y los aliente a tomar mejores decisiones con sus mascotas. Porque el fin es el mismo: Bienestar integral para todos los perritos y gatitos.